Categoría: Arte

8.0

Al esculpir la piedra y manejar una máquina mortal que en un segundo llega al hueso, el cuerpo tiene que estar bien posicionado en el suelo negando la gravedad a como se pueda. El equilibrio es fundamental. Entonces el cuerpo empieza a imaginar sus vacíos, sus protuberancias, sus encuentros, sus disoluciones, sus choques… Esto guía el baile que ahí se gesta a partir del golpe y del tacto.