Cada cual maneja el asunto como puede, pero en el caso de Fila, el alivio está en la lancha y los amigos que, al igual que él, ahorran todo lo que pueden para escaparse de vez en cuando a pescar en las profundidades del río Colorado. Fila, el hombre de los peces, sabe que cualquier esfuerzo vale la pena cuando la recompensa es desaparecer un rato entre garzas azules y la misteriosa belleza de los yolillales.
