Categoría: Literaria

John Lobo, un hombre insólito

No voy a negar que sentí miedo y también una terrible curiosidad. Marqué en el libro de Benjamin la página por la que iba, apagué las luces y cerré la oficina. Bajé despacio las escaleras recordando el café sin azúcar. ¿Cómo sabía eso ese grandísimo hijueputa? 

Scheveningen

La primera vez que estuvo ahí fue durante la primavera de 2013. Acababa de cumplir 18 años y su padre decidió llevarlo como regalo de graduación. El hombre pensó que sería un tiempo para acercarse a su hijo, incluso le escribió cartas que no llegó a darle y de las cuales él nunca se enteró.  Lo cierto es que el padre tuvo conferencias todas las mañanas y la cría se dedicó a deambular sola, como hace ahora. En las noches salían a cenar con algún colega o se quedaban en el hotel.

El ritmo de una historia

Emerge entonces algo que podría confundirse con la nostalgia y la vida que se marchita. El tema rural, la sabiduría popular como forma de conocimiento aparecen como una estaca de la memoria y como el lazo que nos ata a la familia. Pero no se trata de un regreso bucólico o de una reivindicación del pasado. La ironía filosa que caracteriza la escritura de Coto atraviesa esas postales con saetas de humor, cargado de cierta amargura, disecando así las estructuras míticas de nuestra sociedad. 

Las manos, una carta de amor

Quizás sí deseamos confundir el amor con el vínculo, quizás porque nos imaginarnos diluyendo la diferencia, al fin. Pero la alteridad no es superada en el amor, es del todo insuperable. Tu modo de encontrar el mundo y gesticular la experiencia, la metáfora de tu otredad es lo que inspira mi contemplación.